De nuevo estoy sobrepasando un bloqueo, aunque ya no me aflijo tanto como antes porque ahora sé que no tardará tanto y que el mundo no se acaba (espero). Por eso me dio por escribir esta entrada, además de que está sucediendo algo muy especial con alguien a quien conozco.
Fotos descargadas de stock-xchange
Dice que comenzó a escribir gracias a mí (porque los últimos libros que leyó fueron los míos y que lo he estado involucrando con el proceso de creación y de revisión al que ahora me estoy enfrentando). Creo que también se debe a que lo contagié de mi biblioadicción, no lo sé. Como recién había leido el artículo que mencioné arriba, le aseguré que lo había vampirizado.
Con él siempre suceden cosas similares. Nos contagiamos el uno al otro de nuestros gustos, especialmente de música y libros. Hoy me preguntó que por qué no lo había contagiado antes por el gusto a la escritura.
Cuando comenzaba con esta loca idea de querer ser escritora y derrochaba entusiasmo por todos lados, contagié a tres personas de las cuales sólo una sé que continuó con el trabajo. Claro que en aquel momento no sabía todo lo que aprendí con el tiempo y en ocasiones, con dolor. En una ocasión, cuando él recién comenzaba la lectura de Workaholic Tour (o Viaje de una Workaholic, aún no decido), me comentó que tal vez podría escribir un cuento él mismo y me sentí tentada a alentarlo, pero no lo hice con todo el entusiasmo que hubiera tenido en mis primeros días, no después de lo que ya sabía.
Siguiendo con el tema del vampiro y puesto que ambos somos Twilight Fans, mi respuesta a su pregunta fue la siguiente: “Porque, como la vampirización, es genial cuando la asimilas, pero no quieres que otros sufran lo que tú.”
Aún no sufre de los bloqueos, del complejo de soy el peor escritor del mundo, de que tus seres queridos no muestren tanto entusiasmo por tu historia como esperabas, o de que gente sin consideración se burle en tu cara de algunas de tus ideas más locas…
No obstante, estoy reviviendo mis primeros días con lo que él me cuenta. Como la pérdida total de la noción del tiempo cuando las ideas fluyen sin fin, el seguir escribiendo aún sin tener una computadora o un cuaderno en la mano, el entusiasmo por contarle a tus amigos y al mismo tiempo censurarte de no revelar la trama antes de tiempo y, las peleas con los personajes, amando cada una de sus características y defectos porque son parte escencial de la historia.
En verdad deseo que él encuentre su voz. No creo que nunca llegue a este blog, pero si eso sucede y estás leyendo esto, espero que recuerdes con mucha alegría tus primeros días de escritor, porque si adoptaste esta vocación como algo permanente, siempre te servirá recordar el entusiasmo de la primera historia; o, aunque solo fuera algo temporal, siempre tendrás la satisfacción de haber pasado por la experiencia del éxtasis creativo.
En verdad deseo que él encuentre su voz. No creo que nunca llegue a este blog, pero si eso sucede y estás leyendo esto, espero que recuerdes con mucha alegría tus primeros días de escritor, porque si adoptaste esta vocación como algo permanente, siempre te servirá recordar el entusiasmo de la primera historia; o, aunque solo fuera algo temporal, siempre tendrás la satisfacción de haber pasado por la experiencia del éxtasis creativo.
¿Qué hay de ustedes? No importa si llegan a este blog años después de que esta entrada fue publicada, sería muy especial que compartieran conmigo y con futuros lectores algunas de sus experiencias de cuando comenzaban y también si han sido vampirizados o han vampirizado a otros.