Y así, la princesa logró tener a su príncipe azul.
Al menos, ese era su color después de que le echara la soga al cuello,
así como tantas veces le dijo su madre.
Cuento de hadas
Notita #2
He pasado tanto tiempo lamentándome por sufrir de bloqueo de escritor, o temiendo sufrirlo, que olvidé disfrutar de los momentos de catarsis creativa, cuando sólo existíamos mi mundo de fantasía y yo.
Pesadilla
Desperté a medianoche, sin saber en dónde me encontraba o si los recuerdos en mi cabeza eran reales. El sudor frío recorría todo mi cuerpo, el palpitar de mi corazón era lo único que se escuchaba en toda la habitación.
No estaba en mi cama, aunque el lugar no me resultaba nada desconocido. Probablemente, la incomodidad del sofá fue la que provocó mi mal sueño. Sin embargo, no podía dejar de pensar en las escenas, especialmente en la ventana que aparecía frente a mí, de la nada, y que me mostraba algo terrible.
Caminé hacia el estudio y encendí el monitor de la computadora; las imágenes se revelaban con lentitud.
Mi pesadilla se hizo realidad... la descarga había fallado.