Este paso debería haber ido antes que colocarle el nombre al personaje, pero me salté esa página del libro por error, ya que no le dedica mucho tiempo (tomando en cuenta que el libro se llama “Cómo crear personajes de ficción”)
Veamos una diferencia en la forma de hablar. Reiya Ooshima (la niña tierna para aquellos que no la conocen) en japonés termina todas sus frases con un desu. Como de eso no hay traducción equivalente al español, simplemente lo omitieron.
– Pase lo que pase, todo estará bien (CCS)
– ¡Fushingi Mistery! (MaLoRa) Sus otras versiones son ¡Misterio! O ¡Misterioso!
– No puedes obtener algo sin dar algo a cambio (FMA)
Y así podría continuar una lista muuuuy larga (y para eso ya existen algunos foros).
Ahora un análisis de la lógica suesca, en el caso que la escritora sea una chica fresa (la referencia más trillada, pero la más conocida).
Ok, mi personaje es la prima segunda del hermano de la madre de Eriol cuyo padre es un rico español pero que viven en –inserte el pais de la autora–. Llega a visitar a su sobrino en quien-sabe-que grado pero resulta que es la maga más poderosa del universo y Sakura le entrega todas las cartas y con ellas conquista el mundo además del corazón de Syaoran. Su nombre es Rosa Angélica del Valle y Aragón
O cualquier otro nombre de novela de televisión readaptada como Casta Inocencia de los Ángeles.
¿Cómo creen que hablaría este personaje?
- Oye, no seas naca y dame las cartitas pink y luego te vas al baño, te metes a la taza le jalas a la cadena y chao.
Está bien, creo que exagero con esto, pero en todo caso deben responder. ¿Encaja esto en el mundo de CCS? Ustedes tienen la respuesta.
Pero, aunque una característica de los Mary–sue es que el personaje llega del extranjero, esto no tiene que ser del todo negativo. Hay mil maneras (bien, quizá no tantas) de hacer que un nuevo personaje aparezca en la escena. Una ciudad es muy grande y muy pequeña a la vez. En la vida real nunca llegarás a conocer a todos los miembros de tu ciudad pero ciertamente te encontrarás con demasiada frecuencia a los que sí conoces.
En ese caso, el personaje es de la misma ciudad que los personajes originales y por lo tanto habla de la misma manera que lo hacen los otros. En todo caso, puedes darle una muletilla que utilice con frecuencia. (Todos las tenemos, y algunos las sacamos en nuestros escritos también. La mía es Bien…)
La regla básica es que la forma de hablar del personaje también lo describe. Regresando al caso de Reiya Ooshima que en japonés todo lo termina con un desu, alguien en algún lugar (disculpen mi mala memoria) dijo que los personajes tiernos eran los que hacían esto. Tenemos el ejemplo de Misha, el angel en Pita–ten, que todas las frases las termina son un su que es variación del desu.
Y otro factor que influye –basado en hechos reales– es que nadie habla de la misma manera con cada persona con la que habla.
Constituye un gran reto para el escritor el plasmar estos cambios en el diálogo.
Y hablando del diálogo, tomamos el tema del “formato script” que sufren muchos fics.
Los diálogos, según las reglas de ortografía y gramática, van diferenciados del texto del narrador con un guión al que llaman Raya. (Las comillas altas “” y bajas «» se utilizan para otras cosas).
Entonces no es correcto el siguiente diálogo:
Ed: Al, debemos irnos.
Al: Hermano, espérame.
Ed: ¿Por qué eres tan lento?
Al: Tú eres demasiado rápido, hermano.
Sabemos lo que dicen, pero una frase puede cambiar según la entonación que se le da. Hay varios recursos que se utilizan para reforzar los diálogos.
El primero, porque surge la necesidad de identificar las intervenciones de cada personaje en el diálogo (aunque algunas se sobreentienden), la segunda es una frase que explica las acciones tomadas durante el diálogo y la tercera tiene que ver con la ortografía y los signos de puntuación.
Regresando al ejemplo anterior, veamos cómo cambia el efecto de una frase aplicando estos tres recursos en distintas formas.
– Al, debemos irnos –dijo Ed con los ojos cerrados y una expresión triste pero de inmediato se echó a correr.
– ¡Hermano, espérame! –le gritó Al imitando sus acciones.
– ¿Por qué eres tan lento? –reclamó con molestia.
– Tú eres demasiado rápido, hermano –susurró Al aumentando su paso.
Otro ejemplo:
– ¡Al, debemos irnos! –ordenó el hermano mayor con una sonrisa triunfante y alejándose de la biblioteca.
– ¡Hermano, espérame! –Al tomó la maleta y siguió a su hermano que ya llevaba recorrida media plaza.
– ¿Por qué eres tan lento? –dijo en tono de broma.
– Tú eres demasiado rápido, hermano –respondió con un tono que reflejaba una sonrisa.
Por último, cito al libro:
Ten en cuenta lo poderoso que es el diálogo en el relato y la conveniencia de prestar atención a los mínimos matices: sé sincero con tus personajes y deja que ellos sean sinceros consigo mismos. Para que resulten auténticos, tienes que eludir tus prejuicios y escribir desde ellos.
El autor dice personajes “auténticos”, pero eso no significa “increíbles”.
Por cierto, y me diría una amiga que estoy haciendo publicidad indirecta bien directa, visiten mi fic/rant: Fanfiction 101
1 comentarios:
Hola!
Bueno, paseándome por aquí, aprendiendo todo esto que quieres enseñarnos he visto una cosa que me ha llamado la atención. En mi (fallido) intento de aprender japonés por mi cuenta aprendí que el verbo "ser" en castellano es el verbo desu y que todos los verbos en japonés van al final de la frase. Te lo digo por que es posible que no es que en la traducción lo omitieran si no que lo tradujeran.
Puede que me equivoque, ya que no se mucho de japonés ni de su cultura, pero creo que es una posible explicación.
Por cierto, te felicito por cómo te está quedando el blog de momento. Creo que se lo voy a pasar a una amiga que escribe fics que creo que le irá bien.
Saludos n_n
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